28 de febrero del 2012
A la pregunta ¿La vida perfecta existe?, Las respuestas lloverán, serán inagotables los cuestionamientos, los señalamientos serán tan variados y tan diferentes como son los tonos de los colores. Ciencia, costumbre, religión, edad, género, educación, serán la base para cada planteamiento.
Mientras no lo descubras, mientras no lo aceptes, mientras no te convenzas.
La pregunta seguirá en el aire, inconclusa y atormentándote y la respuesta no la tendrá nadie, solo tú.
La dificultad que representa abrazar nuestra realidad, radica en el deseo claro de no renunciar a nuestros sueños. ¿Pero? ¿Y si nuestros sueños solo son opciones derivadas de nuestra realidad? ó ¿Tú soñaste con nacer? ¿Tú soñaste tener las manos que tú tienes? ¿Tú soñaste ser del género que eres? ¿Tú soñaste con tener vida?
Tenemos que resolver esta duda primero o seguiremos atrapados en la frivolidad de aspirar, de aspirar a no ser tan delgados, a no ser tan gordos, a no tener tantos problemas, seguiremos aferrándonos a que nuestra vida es la mejor, que nuestros hijos son los más bellos, nuestra pareja la más adecuada, nuestra madre la más indicada, nuestras risas las más profundas, nuestros pensamientos los mas concluyentes, nuestras heridas las más dolorosas. ¿Y qué pasa si nada de esto es verdad?
¿Qué pasa si solo somos quien somos? Nada mas allá de lo que percibimos, de lo que formamos, de lo que buscamos, de lo que sentimos. ¿Renunciamos al derecho de ser felices? Renunciamos al derecho de ser perfectos?
Nos fascina llenarnos de culpas y de dolores, pero a la vez ocultamos nuestra angustia y compramos armaduras para protegernos y así nos volvemos, atractivos, rebeldes, serios, estudiosos, fuertes, populares, ricos, guapos, superiores, fiesteros, fascinantes, libres, poderosos, conquistadores ¿En serio lo somos? Eso nos quita el miedo que nos estrecha cuando nos preguntamos si somos felices, cuando perdemos lo que queremos, cuando nos sentimos vulnerables, cuando algo nos duele, cuando se agota la fé.
¿Cuándo eres humilde?
¿Que será lo más acertado, fingir lo que no somos ó ser lo que no fingimos?
¿Qué pasa si tu vida no es perfecta?
¿Es tu vida perfecta?